El salvaje de la ópera

Rubem fonseca no deja de sorprenderme. Aunque O selvagem da ópera fue publicado en 1994 es mi más reciente lectura del universo negro de mi amado brasileño. Desde hace dos años, más o menos, me he visto desbocada al irrefrenable deseo que comerme los libros de Fonseca, uno tras otro, he ido poco a poco apaciguando mi pasión lectora. Creo que parte mi apaciguamiento obedece al temor de acabármelos todos, cosa que irremediablemente va a ocurrir. Por ahora me encuentro con este ejemplar hermoso que no recomiendo para los principiantes en las obras de Fonseca. Y digo que no lo recomiendo para conocer a este autor porque es algo diferente y tal vez poco representativo de los clásicos super clásicos tan conocidos como El gran arte, Agosto o Vastas Emociones y Pensamientos imperfectos (aunque comparta con este último el amor profesado por el cine y nos muestre algunos de los secretos de cómo hacer una película).

El protagonista es Carlos Gomes, compositor brasileño del siglo XIX que ganando los favores del emperador Don Pedro II, viaja a Italia a educarse y componer óperas al lado de los grandes.