Los gitanos en República Checa
¿Han visto alguna vez Mi Gran Boda Gitana? Yo me he visto un par y es una locura, o por lo menos así se vé en la tele. Se muestra el exceso y se refuerza lo "kitsch" de la etnia Rom en un escenario bien caótico como es la preparación de una boda estruendosa.
Hace pocos días estuve en República Checa y tuve la oportunidad de ver a los gitanos, a los Roma o Rom, en español. No se trata de decir que fui a verlos como quien habla de ir a un zoológico de excursión. Se trata más bien de contar que me di cuenta de la discriminación tan brutal que vive esta comunidad en un país tan particular e interesante como República Checa (ahora Chequia). Y no pude dejar de pensar en Koudelka, en su precioso trabajo sobre los gitanos. ¿Habrá algo más perfecto que este trabajo? (ya me estoy desviando del asunto pero si leen esto y les interesa la fotografía por favor lean esto también)
Y fui a Praga. Oh Praga. La Praga de Kafka, de los judíos, del Golem, de la música, de Kundera, de la guerra, de la primavera, de Koudelka...Oh Koudelka. Praga es una ciudad preciosa llena de turistas a rebosar. No imagino cómo será en el verano si así estuvo en el otoño. Pero esta entrada no es sobre Praga, es sobre los gitanos, sobre lo mal que está decir gitano, sobre lo peor que está decir gypsy.
Pero Praga fueron sólo tres días. El resto fue Ostrava, České Budějovice y Český Krumlov. El último fue como ir a un cuento de hadas. Los dos primeros y en especial Ostrava fueron lugares para hablar con y de los Rom, para ver la discriminación institucional que reciben del Estado y de los checos. Barrios segregados, trabajos malpagados, escolarización pobre y lo que es más increíble todavía: los niños Rom tienen un sistema educativo alterno que los excluye poco a poco, año escolar tras año escolar, de las opciones de seguir estudiando. Pocos llegan a la secundaria y muchos menos a la universidad. Los niños van a escuelas hechas originalmente para niños con discapacidades.
El pueblo Rom fue perseguido por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Muy cerca a České Budêjovice hay una fabrica de procesamiento de carne de cerdo. En tiempos de la guerra fue usado como campo de trabajos forzados para los Rom. De allí partieron personas hacia Auschwitz y otros enfermaban tanto que incluso morían por las malas condiciones de vida. Hoy activistas descendientes de este pueblo piden reivindicación y que el lugar sea considerado un espacio de recuperación de la memoria en vez de ser una planta de cerdos. Alrededor de la fábrica algunos han intentado poner letreros recordando la historia. Sin embargo la pestilencia de la planta y en general su presencia parecen más una burla a la historia del lugar. El gobierno ha hecho caso omiso y así pareciera que poco le importa reconocer la tragedia sufrida por un pueblo perseguido sistemáticamente.
Hace pocos días estuve en República Checa y tuve la oportunidad de ver a los gitanos, a los Roma o Rom, en español. No se trata de decir que fui a verlos como quien habla de ir a un zoológico de excursión. Se trata más bien de contar que me di cuenta de la discriminación tan brutal que vive esta comunidad en un país tan particular e interesante como República Checa (ahora Chequia). Y no pude dejar de pensar en Koudelka, en su precioso trabajo sobre los gitanos. ¿Habrá algo más perfecto que este trabajo? (ya me estoy desviando del asunto pero si leen esto y les interesa la fotografía por favor lean esto también)
Y fui a Praga. Oh Praga. La Praga de Kafka, de los judíos, del Golem, de la música, de Kundera, de la guerra, de la primavera, de Koudelka...Oh Koudelka. Praga es una ciudad preciosa llena de turistas a rebosar. No imagino cómo será en el verano si así estuvo en el otoño. Pero esta entrada no es sobre Praga, es sobre los gitanos, sobre lo mal que está decir gitano, sobre lo peor que está decir gypsy.
Pero Praga fueron sólo tres días. El resto fue Ostrava, České Budějovice y Český Krumlov. El último fue como ir a un cuento de hadas. Los dos primeros y en especial Ostrava fueron lugares para hablar con y de los Rom, para ver la discriminación institucional que reciben del Estado y de los checos. Barrios segregados, trabajos malpagados, escolarización pobre y lo que es más increíble todavía: los niños Rom tienen un sistema educativo alterno que los excluye poco a poco, año escolar tras año escolar, de las opciones de seguir estudiando. Pocos llegan a la secundaria y muchos menos a la universidad. Los niños van a escuelas hechas originalmente para niños con discapacidades.
El pueblo Rom fue perseguido por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Muy cerca a České Budêjovice hay una fabrica de procesamiento de carne de cerdo. En tiempos de la guerra fue usado como campo de trabajos forzados para los Rom. De allí partieron personas hacia Auschwitz y otros enfermaban tanto que incluso morían por las malas condiciones de vida. Hoy activistas descendientes de este pueblo piden reivindicación y que el lugar sea considerado un espacio de recuperación de la memoria en vez de ser una planta de cerdos. Alrededor de la fábrica algunos han intentado poner letreros recordando la historia. Sin embargo la pestilencia de la planta y en general su presencia parecen más una burla a la historia del lugar. El gobierno ha hecho caso omiso y así pareciera que poco le importa reconocer la tragedia sufrida por un pueblo perseguido sistemáticamente.
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